Volver de las vacaciones y encontrarse en casa es siempre ese momento delicado entre el «he vuelto al hogar» y el «madre mía, la de cosas pendientes que hay que hacer».
Y uno de esos espacios que tenemos que cuidar es el de la jardinería, si no contamos con un profesional del cuidado del paisajismo y la jardinería que se ocupe de ese aspecto.
Por un lado, quienes han podido sufrir nuestra ausencia son las plantas de interior que, aunque hayamos dejado húmedas y regadas antes de irnos pueden necesitar una pequeña puesta a punto ya que el calor puede haberles afectado de distintas formas, secando la tierra, las hojas, si han estado expuestas y llevarlas a un estado mustio. Tendremos que cuidarlas, quitar las hojas muertas, si las hay, abonar y regar sin excesos, viendo cuánto nos pide la planta para volver a lucir lozana.
En cuanto al jardín, aquí, como diría cualquier jardinero profesional en Marbella que se preocupa de estos aspectos, hay que valorar el conjunto del jardín. Tendremos que verificar, si alguien se ha hecho cargo del riego o lo ha hecho un sistema automatizado, que el drenaje está en buenas condiciones, que no se ha sobre acumulado agua en ninguna parte: césped, parterres, macetas, si las hay, etc.
Tras esto eliminaremos hojas y ramas; se acerca el otoño y hay que cuidar que las zonas en sombra no tengan demasiada humedad para que no se generen hongos o proliferen insectos indeseables para el jardín.
Así mismo, comprobado todo, procederemos a verificar si hay daños por el calor en algunas plantas, presencia de insectos u otras plagas o de insectos beneficiosos y si tenemos que sustituir plantas que hayan sido víctimas del duro sol veraniego que en la Costa del Sol es especialmente fuerte.
Después de los primeros riegos y tras verificar que cuidados extra necesitarán podemos suministrar a las plantas un abono extra para ayudarlas a sobreponerse del trago estival (si no tenemos jardinero profesional que se haga cargo).
Es posible que los árboles y arbustos se hayan asalvajado así que tendremos que programar una poda, quizás de emergencia, para reponer su aspecto, así como de aquellas plantas que hayan dado flores y las encontremos marchitas, cosa que tendremos que solucionar rápidamente para eliminar aquello que le reste fuerzas a nuestras plantas y para devolver el aspecto más apacible al jardín.
Después tendremos que hacernos cargo del césped que puede estar también bastante salvaje y alto o, si disponemos de un cortacésped automatizado (que siempre aconsejamos que se coordine con un jardinero profesional) quizás el daño sea menor y esté en mejores condiciones, debiendo solo apurar quizás el corte antes del invierno.