Sistemas de riego para jardines
Un buen profesional de la jardinería dirá que no hay dos jardines iguales, pese a sus características intrínsecas. Cada jardín es un pequeño mundo y aunque técnicas de riego hay varias, la ubicación, emplazamiento, construcción, orientación, suelo y otros factores, determinarán cuál es la mejor de dichas técnicas para el jardín en cuestión. Porque no es cuestión de echar agua a una planta, se trata de procurar un entorno donde puedan crecer y prosperar, controlado, con condiciones de humedad y nutrición determinadas.
Jardineros hay muchos. Profesionales de la jardinería y el paisajismo que saben qué necesita tu jardín, no tantos.
Es por eso que vamos a enumerar esas técnicas de riego, pero siempre te recomendaremos que consultes a un profesional de la jardinería que sepa qué requisitos reúne tu jardín, el de tu comunidad o zona para poder presentar la mejor solución, adaptada. Además el entorno y la zona hacen mucho y no es lo mismo regar en el norte de Andalucía que en la Costa del Sol, porque las necesidades y condiciones varían para presentar un riego eficaz a las plantas, árboles y arbustos que tengas.
Riego por aspersión
Es un formato de riego del que ya hemos hablado, en el que se aplica el agua en un formato de presión que imita a la lluvia. Los aspersores varían ese flujo y alcance en función de las necesidades y la programación y alcanzan distancias de hasta 15 metros, por lo que son muy indicados para regar grandes superficies de césped, pudiendo alzar el propio aspersor para aumentar su alcance. La ubicación del aspersor, si es instalado y conectado o está preparado para ocultarse y emerger, variará en función de la programación que realice el profesional de la jardinería para calcular no solo el alcance sino también la uniformidad del riego y hacer que la superficie regada lo esté de forma óptima.
Riego por difusión
Es el formato más habitual en pequeños jardines y jardines comunitarios, siendo el hermano pequeño del aspersor. El difusor expande el riego en menos superficie y generalmente son bocas difusoras estratégicamente colocadas y graduadas para proporcionar agua constante y uniforme a las superficies elegidas, normalmente, césped.
Riego subterráneo
En este caso hablamos de un sistema pensado e ideado en la creación del jardín, puesto que va enterrado entre 5 y 45cm de profundidad bajo la superficie a regar, normalmente plantas concretas y especialmente eficaz en suelos arcillosos o arenosos, dado que filtra el agua en una zona concreta manteniendo adecuadamente húmeda la zona de las raíces. Al hacer eso debemos confiar en un profesional de la jardinería puesto que debe saber cuánta agua y humedad admite la planta en concreto para que no desarrolle hongos o pudra las raíces, haciendo un cálculo concreto además con las horas de sol, el tipo de tierra y el emplazamiento.
Riego por exudación
La exudación consiste en una manga, manguera especial o cañería de un material textil exudante, poroso. Es flexible, enrollable y resistente y al aplicarle una determinada presión el agua se fultra a través de los poros de forma homogénea. Otra de las ventajas es que utiliza baja presión de agua, por lo que de ser recomendable para el jardín es, además, una técnica responsable. Esta manguera de exudación humedece el suelo y proporciona el agua justa puesto que solo suelta más conforme se seca. Si se hace con una manguera enterrada su tasa de eficacia es mayor al reducirse a evaporación no útil para el riego.
Riego por goteo
Es uno de los más conocidos y prácticos dado que consiste en una manguera o tubería con una perforaciones que filtran el agua a parterres o zonas muy concretas a un flujo muy bajo, por lo que no dañan a la planta, y mantienen muy bien la humedad de la zona en concreto, pudiendo así distribuir el riego en función de la necesidad de cada zona. Obviamente es para espacios más concretos.
Es importante tenerle puesto un filtro para evitar obturaciones por impurezas y si está a ras de suelo revisarlo de tanto en tanto para asegurarnos de que la tierra no ha taponado ninguna salida. Como a los demás, se le puede agregar un programador de riego para manejar el flujo y las horas de riego, además de haberlo ajustado en función de las necesidades del lugar y de las plantas.
Riego con manguera o regadera
Ideal para zonas pequeñas o delicadas, la manguera nos permitirá controlar el flujo de agua concreto a una zona, por lo que lo usaremos de forma muy local y específica para no derrochar el líquido y proporcionar un aumento de humedad a zonas concretas como algunos parterres (a baja presión), macetas grandes y árboles.